El Gobierno y la energía nuclear

No es un tema de candente actualidad, ni siquiera de actualidad fría, pero el tema de la energía es posiblemente el más importante al que el ser humano se enfrenta, con o sin crisis.
Leyendo algún reportaje a toro pasado sobre la central nuclear de Garoña, y repasando datos de antes y de ahora, se plantean varias cuestiones:
El dictamen del Consejo de Seguridad nuclear fue favorable a la continuación del funcionamiento de la planta, a pesar de:
• Que se le solicitó la sustitución del cableado eléctrico, cosa que no se hizo.
• Que la ventilación de emergencia de la contención presentaba problemas sin resolver.
• Que la vasija del reactor mostraba (y muestra) grietas producidas por la corrosión.
• Que la piscina de combustible nuclear está a punto de colapsarse.
¿Existe un “lobby” pronuclear en España?
Pues sí. Un lobby que nos asusta con una posible subida de la factura de la luz en torno al 10% si se cerrase la central, aunque esta produzca solamente un 1,3% de la electricidad del país.
Pues sí. Un lobby que nos muestra el coco del desempleo en un momento delicadísimo, lanzándonos a la cara a los antinucleares que de 600 a 2000 puestos de trabajo directos desaparecerán por nuestra culpa. ¿Seguro? La central tiene en plantilla 232 trabajadores (no residentes en la comarca, por cierto). Si los plazos de desmantelamiento de la central son de 7 a 15 años, ¿no pueden absorberse estos empleos en el mercado laboral?
Última pregunta: ¿es el actual ministro de industria, D. Miguel Sebastián, apropiado para figurar en un gobierno no pronuclear, como se ha catalogado al español?